
Según la EMA (Agencia Europea de Medicamentos), los disolventes residuales son sustancias químicas orgánicas volátiles que se utilizan o producen durante la fabricación de principios activos o excipientes, así como en la preparación de medicamentos veterinarios. Estos disolventes no se eliminan completamente mediante las técnicas de fabricación estándar y pueden suponer riesgos para el animal de destino y para los consumidores de productos derivados de animales destinados a la producción de alimentos tratados.
Impurezas VICH GL18 (R2)
La VICH GL18 (R2) es la directriz que regula este tipo de disolventes en medicamentos veterinarios y se alinea con los principios de la ICH Q3D (R8), centrada en productos de uso humano. Esta guía recomienda el uso de disolventes menos tóxicos y establece niveles aceptables para algunos disolventes residuales según sus perfiles toxicológicos.
El presente artículo se centra en los cambios que ha sufrido la nueva revisión de la guía (R2) que son modificaciones en la clasificación de algunos disolventes y la adición de otros nuevos.
Clasificación de disolventes residuales:
Los disolventes residuales se clasifican en cuatro categorías según su riesgo para la salud animal y la seguridad del consumidor:
- Disolventes de clase 1 (disolventes que deben evitarse): Estos disolventes incluyen carcinógenos humanos conocidos, carcinógenos humanos con alta sospecha y riesgos ambientales. Su uso debe evitarse, a menos que esté justificado por un avance terapéutico significativo.
- Disolventes de clase 2 (los disolventes deben limitarse): Los disolventes de clase 2 comprenden carcinógenos animales no genotóxicos o sustancias que pueden provocar otras toxicidades irreversibles, como neurotoxicidad o teratogenicidad.
- Disolventes de clase 3 (disolventes con bajo potencial tóxico): Se consideran de bajo potencial tóxico para animales y humanos. No tienen límites de exposición conocidos para la salud y su presencia en medicamentos veterinarios es aceptable hasta un determinado nivel de exposición diaria.
- Disolventes con datos toxicológicos insuficientes: Algunos disolventes carecen de datos toxicológicos suficientes para establecer una exposición diaria permitida (EDP), aunque se debe proporcionar una justificación para su uso.
Cambios en VICH GL18 (R2)
Como se mencionó anteriormente, algunos disolventes han cambiado su clasificación y se han agregado algunos nuevos:
- El cumeno ha sido reclasificado como disolvente de clase 2 (anteriormente clase 3)
- La metilisobutilcetona ha sido reclasificada como disolvente de clase 2 (anteriormente clase 3)
- Se ha añadido ciclopentil metil éter como disolvente de clase 2 (nuevo)
- Se ha añadido alcohol terc-butílico (terc-butanol) como disolvente de clase 2 (nuevo)
- Se ha añadido 2-metiltetrahidrofurano como disolvente de clase 3 (nuevo)
- Se ha añadido trietilamina como disolvente de clase 3 (nuevo)
La experiencia de Kymos en el análisis de disolventes residuales
La gestión de disolventes residuales en medicamentos veterinarios es crucial para garantizar la seguridad tanto de los animales de destino como de los consumidores. En Kymos, contamos con una amplia experiencia en el análisis de medicamentos veterinarios, principios activos farmacéuticos (API) y excipientes, y podemos ayudar a fabricantes farmacéuticos, centros de externalización y farmacias de preparación magistral a cumplir con estos nuevos requisitos.
Estos análisis son realizados por nuestros equipos de expertos utilizando técnicas estándar de la industria como la Cromatografía de Gases (GC) Heat Space (HS) con varios modos de detección: Detección de Ionización de Llama (FID), Captura de Electrones (EC) y Espectrometría de Masas (MS) en nuestros laboratorios en España e Italia.
La implementación de las directrices actualizadas está prevista para abril de 2024, y los fabricantes deben estar preparados. Si necesita ayuda con el análisis de disolventes residuales, puede contactarnos en: https://kymos.com/contact/ .